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sábado, 1 de diciembre de 2012

Hoy estoy egoísta

Sé que llevo bastante tiempo sin publicar, pero dado el tiempo que estamos teniendo últimamente y lo ocupado que he estado, no he tenido tiempo para ir a pescar y, por lo tanto, poco tenía que contar.

Pero últimamente hay algo que no para de rondarme la cabeza. Una noticia que me hace tener cierto miedo. Miedo a que los lugares en los que me convertí en el pescador que ahora soy queden para siempre vedados para la pesca. Al parecer el Gobierno de Aragón tiene la intención de elevar la categoría del Parque Natural Posets-Maladeta a Parque Nacional (podéis ver dos noticias al respecto aquí y aquí)

Sin duda es una estupenda noticia de cara a la conservación de esta zona, de una belleza y un grado de conservación medioambiental increíbles. Pero que, por contra, llena mi corazón de abatimiento. Dentro del marco legal actual la pesca es del todo incompatible con la figura de Parque Nacional. Por eso me vienen a la memoria todas aquellas jornadas de mi juventud que compartí con mi padre en los ibones entre aquellas altas cumbres creciendo como pescador. O las más recientes junto a Laura en esos mismos parajes unos años después (las más recientes podéis verlas aquí y aquí)


Para qué negarlo. La noticia no me acaba de gustar porque este cambio en la figura de protección del parque significaría para mí el fin de la pesca en alta montaña e ibones. Si la he podido practicar hasta ahora es gracias a que mi familia tiene un apartamento en Benasque desde que yo no era más que un crío. El Parque Nacional me obligaría a desplazarme kilómetros y kilómetros a otros valles, gastando un dinero del que no dispongo para combustible y alojamiento si quiero volver a disfrutar de este tipo de pesca.


Por otro lado, la pesca suponía sin duda la principal razón que me animaba a subir aquellas laderas, luchando contra el agotamiento, hasta los ibones que duermen en las faldas de las cumbres más altas. Sin ese aliciente me imagino que la llamada hacia las alturas será menor, igual que mi disfrute de estos maravillosos rincones.

Hoy me siento egoísta. Estoy deseando que la propuesta/proyecto no prospere. Sólo así podré volver a pescar las truchas de mi más tierna juventud.

Saludos y ¡buena pesca!

sábado, 10 de noviembre de 2012

Maya, imitación de avispa

Hace poco el compañero David compartió su montaje de avispa de foam en su blog Barbos del Zierzo, sitio que va tomando fuerza y es altamente recomendable. Es una imitación muy sugerente, y me dispuse raudo a montar unas cuantas para mi caja. Pero como delante del torno me sale la vena artística, enseguida decidí empezar a probar variaciones, y una de ellas, la que más me convenció, es la que os presento hoy.


Se trata de una imitación un poco más grande, ya que la monto en un anzuelo del #8 y no del #10. Puede parecer demasiado grande, pero si la comparamos con una Vespula germanica el tamaño no parece tan descabellado, mientras que los tamaños menores encajen más con Polistes dominula.

Anzuelo: TMC 2487 o similar #8
Hilo de montaje: negro
Abdomen: foam amarillo
Tórax: foam negro
Alas: puntas de pluma de gallo
Patas: pelo de ciervo oliva


Para empezar, atamos una tira fina (2 mm aprox.) de foam amarillo al final del anzuelo y la enrollamos entorno al mismo ocupando algo más de la mitad.. Procuraremos dar una forma ahusada con el mayor volumen en posición adelantada. Esto lo podemos conseguir no montando las vueltas al principio y haciéndolo después. Eso sí, recomiendo no apretar las vueltas para no incrementar la densidad, perdiendo así capacidad de flotación.


Con la ayuda de un rotulador negro pintamos una serie de rayas a lo largo del abdomen para dar un toque más realista al montaje. Por delante de la cinturilla que se forma al fijar la tira de foam del abdomen, atamos un par de puntas de pluma de cuello de gallo que imitarán las alas de la avispa.


Un poco por detrás de la anilla fijamos una tira de foam negro, algo más ancha que la que forma el abdomen (4 mm aprox.) y atamos con el hilo del montaje, sin apretar demasiado, hasta justo delante de las alas. Después, en la mitad del tórax, atamos un mechón de hilo de ciervo dando vueltas en X.


Después formamos el tórax abatiendo la tira de foam y atándola justo detrás de la anilla. Cortamos el sobrante dejando un poco que imitará la cabeza y recortamos el pelo de ciervo a la longitud adecuada para imitar las patas, acabando así la mosca.

Aún no la he podido probar, pero espero que la temporada que viene consiga engañar a algún barbo o carpa. Ahora quedan por delante unos meses en los que, a nuestro pesar, pasaremos más tiempo ante el torno que en el río o embalse. A ver si no se hacen demasiado largos.

Un saludo y ¡buena pesca!

sábado, 27 de octubre de 2012

Tiempo de setas

Las lluvias de los últimos días junto con las temperaturas, que todavía no han bajado demasiado, han permitido que los bosques empiecen a poblarse de estos hongos que hasta ahora estaban desaparecidos. Y hoy, con el tiempo de perros que hacía, parecía mucho más lógico ir en su búsqueda que intentar pescar. Pero la afición micológica de mi familia ho ha llegado a mi generación, o no todavía, así que las setas no tenían nada que temer.

 

Eso sí, el panorama piscatorio no era muy prometedor. Los aportes de agua provocados por las últimas lluvias, cortos a la vez que necesarios, han contribuido a una gran turbidez del agua. Si a eso añadimos un cierzo frío y racheado además de una considerable cubierta de nubes podremos imaginar un escenario poco propicio para buscar peces. Pero había que aprovechar el estar ahí para recorrer la orilla y disfrutar de la naturaleza y la soledad.


Como me temía, no he conseguido ver ningún pez a lo largo de toda la orilla, ya que el oleaje provocado por el viento empeoraba aún más el problema de la turbidez del agua. Sólo en la cola del embalse he podido distinguir alguna carpa hozando el fondo en un palmo de agua, pero los reflejos del agua y la escasa iluminación me han impedido detectar las posibles picadas.

Antes de darme la vuelta y volver hacia el coche he decidido seguir el río en busca de algún otro pez. Y la verdad es que ha sido una elección acertada, ya que unos metros por encima de la "desembocadura" en el embalse y gracias a un claro en las nubes, he podido ver un par de carpas puestas. La mayor de ellas, que estaba un poco más adelantada, ha picado a ninfa y tras una corta pelea he podido sacarla del agua.



Una vez tocada escama ya era hora de volver a casa a comer. No ha sido una mala mañana después de todo. ¡Qué poco le queda a esta temporada ya! Habrá que disfrutar lo que nos quede. 

¡Saludos y buena pesca!

lunes, 22 de octubre de 2012

Salvemos la educación en Geología

Hoy no voy a hablar de una jornada de pesca, ni comparto con vosotros una reflexión o un montaje que me funcione a la hora de pescar. Hoy os quiero pedir ayuda. Ayuda para salvar la educación en Geología, que está seriamente amenazada en los últimos tiempos.

Es increíble que en estos tiempos en los que la concienciación ambiental es posiblemente la mayor en la historia de la humanidad los contenidos en ciencias ambientales en la educación obligatoria se vean reducidos una y otra vez. El último ataque aparece en el anteproyecto de ley de educación (LOMCE), en el que desaparece la enseñanza de Geología del Bachillerato y las Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente pasan de ser asignatura de modalidad del Bachillerato de Ciencias para la Salud a ser una optativa de primer curso de bachillerato. Para intentar evitarlo os pido que firméis esta petición en change.org para pedirle al ministro que no cometa ese error.

Algunos os preguntaréis por qué debéis firmar la petición, así que os voy a intentar dar algún argumento. La Geología es la ciencia que estudia la Tierra en su conjunto, ayudando a conocer cómo funciona así predecir su comportamiento. Pues bien, dado que raro es aquel que ama algo a lo que desconoce, para que las futuras generaciones amen al planeta en el que vivimos será necesario que lo conozcan, y de ahí la importancia de que adquieran algunas nociones, aunque someras, de Geología en la Educación Secundaria. Pero es que por lo general lo que más queremos proteger es lo que amamos y por lo tanto sólo existirá concienciación hacia el respeto y protección de la Tierra a través de su conocimiento.

En muchas ocasiones observamos como algunos defensores de las posturas ecologistas o conservacionistas en contra de ciertos proyectos carecen de la base necesaria de para su argumentación. Haced memoria y seguro que podéis recordar más de un caso en el que el entrevistado, al ser preguntado por sus razones para defender su postura repite como un loro lo que alguien le contó. Así se esas razones se convierten en una suerte de dogma de fe y pierden mucho crédito a la hora de ganar nuevos adeptos. Un ejemplo claro es el del efecto de la emisión de gases invernadero en el cambio climático que sufre la Tierra. Pues bien, ése es sólo uno de los muchos contenidos de esta asignatura que pretenden erradicar.

Aquí en mi tierra están muy recientes las imágenes de riadas inundando casas e incluso llevándose por delante alguna. Tampoco quedan muy lejanas ese tipo de imágenes en el sureste peninsular. Fijaros que en la mayoría de los casos, como en el que aparece en este vídeo, se trata de casas de reciente construcción. ¿Qué hacían esas casas ahí? Es cierto (o debería serlo) que los geólogos aportamos gran cantidad de criterios a la hora de diseñar los planes de ordenación urbana (POU) de los diferentes municipios. Estos planes delimitan las zonas que son urbanizables y las que no en función, entre otras cosas, de su exposición a riesgos naturales. De acuerdo, alguien que estudió Geología en el Bachillerato no tiene autoridad para redactar un POU, pero sí que tiene una base de conocimientos sobre los que cimentar una oposición a determinados proyectos constructivos. 


Si estáis deacuerdo y queréis ayudar a salvar esta importante asignatura os ruego que firméis la petición. Os pongo de nuevo el enlace por si acaso:

http://www.change.org/es/peticiones/jos%C3%A9-ignacio-wert-ortega-ministro-de-educaci%C3%B3n-cultura-y-deporte-s-o-s-salvar-la-geolog%C3%ADa-modificaci%C3%B3n-del-anteproyecto-de-la-lomce-2

Y también os enlazo un par de entradas del imprescindible blog "¡Dejadme vivir!" en el que otro geólogo, Enrique Gil, ahonda en este asunto.

Otra vez se olvidan de la Geología
Inundaciones y Geología

Un saludo y gracias de parte de la Tierra y la sociedad

jueves, 18 de octubre de 2012

Arte

(fuente: postalfree)

La reacción de los profanos en la pesca a mosca a los que hablo de nuestra afición suele ser, como mínimo, el esbozo de una sonrisa que dice a gritos "este tío está loco". Si es que directamente no empiezan a reír a carcajadas y te lo dicen abiertamente. Pero, ¿porqué no ha de serlo?

Algunas disciplinas artísticas clásicas, como pintura, escultura, literatura, teatro, fotografía o cine, en muchos casos se pueden resumir como representaciones o interpretaciones de la realidad. ¿Y no es eso lo que hacemos nosotros? Al fin y al cabo, cuando montamos nuestras moscas buscamos representar un elemento natural que sirve de alimento a los peces o crear un "artefacto" que recree movimientos, brillos, etc de lo que ellos comen. Después esmeramos la presentación para que ésta sea lo más similar posible a la que se le supone a aquello que estemos imitando, sea un grano de maíz, una larva de insecto o un pececillo.

En esa vertiente artística es donde yo creo que reside la esencia de ésta modalidad. La consecución del engaño sólo es un reconocimiento a nuestro saber hacer. Por eso la alegría es mayor cuando viene de un pez grande y por tanto viejo y resabiado, conocedor como pocos de sus congéneres del mundo que le rodea. Si lo único que quisiéramos fuera sacar peces colgaríamos del anzuelo una lombriz viva retorciéndose, no una "foto" suya.

Para acabar la reflexión con algo de humor, un chiste: ¿Qué es el arte? Joderse de frío

Saludos y buena pesca

domingo, 14 de octubre de 2012

Carpas en superficie

Cuando las carpas comen en superficie pueden hacerlo según dos patrones de comportamiento, que yo llamo "subidas" y "boqueadas". Creo que es muy importante saber diferenciarlos, porque de ello dependerá nuestro éxito a la hora de pescarlas.

El comportamiento de las subidas consiste en la aparición de las carpas desde las profundidades, suben en vertical y, tras cebarse en superficie, vuelven al fondo desapareciendo de nuestra vista. En estos casos los peces llevan mucha velocidad, por lo que aún tienen inercia al llegar a la superficie y llegan a salir fuera de ésta. Entonces son éstas las cebadas más escandalosas y con más salpicaduras, ya que muchas veces incluso pegan un coletazo antes de volver al agua. Yo particularmente no he obtenido nunca ninguna captura sobre carpas que están subiendo. Lo he intentado, lanzando al lugar donde se ha producido la última cebada y esperando a que la carpa volviera a aparecer desde las profundidades para tomar mi mosca.

Yo digo que las carpas boquean cuando se desplazan a muy poca profundidad patruyando la superficie en busca de la comida. En algunos casos van boqueando a intervalos y en otros directamente van aspirando continuamente con la boca asomada. Esto último también lo hacen en grupo, con todas las carpas giradas de manera concéntrica y boqueando todas en el mismo punto. La perturbación de la superficie es mínima, bastante menos escandalosa que la de las carpas que suben aceleradas, lo que permite distinguir ambos comportamientos.



En días de viento las carpas boqueando aparecen con más frecuencia en las zonas de espuma que se forman a cierta distancia de la orilla. Es por eso por lo que no hay que pasar de largo de estas zonas calientes y debemos parar a buscar si hay alguna carpa patrullando por las cercanías.


Para pescar carpas que hociquean la estrategia es simple: posar una mosca seca o una emergente poco lastrada en su trayectoria, uno o dos metros por delante de su boca (dependiendo de la velocidad). En caso de los grupos la mosca la podemos posar directamente en medio, en unos casos tendremos premio y en otros directamente espantaremos a todos los peces.

Espero que os sirva y tengáis en cuenta ambos comportamientos la próxima vez que vayáis a pescar. Yo ya rara vez intento pescar sobre carpas que suben de las profundidades pero en cambio no dudo en tentar a esas carpas que están buscando un indefenso insecto en la superficie.

Saludos y ¡buena pesca!

sábado, 6 de octubre de 2012

¿Hormiga o ninfa?

El río está precioso en esta época del año. Los árboles de la ribera empiezan a vestirse de tonos tostados mientras los peces muestran una gran actividad buscando comida para crear reservas con las que encarar el invierno. Tal vez la única lástima sea la excesiva turbidez del agua tras las últimas lluvias. Aunque eso sí, bienvenida sea toda la lluvia que quiera caer.


Los últimos días las "aladicas" han salido de sus hormigueros con gran profusión, y durante toda la semana podías ver numerosos ejemplares mirases donde mirases. Ayer por fin encontré un hueco y conseguí acercarme un rato al río. Se veían cebadas en las grandes tablas, pero al no poder ver los peces tuve que pescar a ciegas y a mí esa modalidad nunca me funciona. Por supuesto, teniendo en cuenta lo de los días anteriores, la imitación elegida era la aladica de foam o, como yo la llamo, "picuda".

El primer barbo que localicé estaba hozando en una corriente y yo, decidido a pescar uno de estos lingotes con mi picuda, le lancé una y otra vez la imitación. Pero él estaba a lo suyo, moviendo el fondo buscando ninfas y no quiso saber nada de la picuda, aun cuando le lanzaba encima de la cabeza a la desesperada. Por eso me vi obligado a atar una ninfa al terminal, y la "carbonilla" fue la elegida. Primer lance un palmo aguas arriba y ¡zas! De nuevo un torrente de adrenalina en circulación.


El segundo y último se encontraba a la salida de una gran tabla junto a unas berradas (plantas acuáticas). Y como el anterior, también hozando activamente. En este caso, por estar en cuatro dedos de agua asomaba todo el lomo constantemente. Por eso, por estar más cerca de la superficie, volví a intentarlo con la picuda. Pero como el anterior fue misión imposible, ni caso. Así que probé otra vez con ninfa, esta vez con el San Juan Worm. De nuevo al primer lance, que posé justo en el margen de las berradas junto al pez, consiguió que el barbo se interesara por la mosca y girase su cabeza para tomara. El resto os lo podéis imaginar.


Da igual que solamente fueran dos. Da igual que no fueran de gran tamaño. Da igual que no subieran a la picuda. Lo importante es que me reencontré con ellos después de varios meses. ¡Me encantan estos peces! A ver si tienen razón los meteorólogos y llueve hacia finales de la semana que viene. Estaré atento y procuraré no dejar pasar tanto tiempo antes de volver al río y así no perderme los días buenos de aladicas.

¡Saludos y buena pesca!

lunes, 1 de octubre de 2012

Excusas

No hay nada como tener una buena excusa para ir a pescar. Y la mía hoy ha sido encontrarme la colada invadida por numerosas hormigas aladas (por cierto, gracias al blog "hormigas amarillas" he podido clasificarlas como Messor barbarus). La comprensión por parte de Laura ha sido total, máxime cuando llevo un mes hablándole de las eclosiones -en realidad son vuelos nupciales- y el momento mágico que suponen para la pesca. Sin ir más lejos, aquí ya os adelanté que estaba a la espera en mi última entrada.


El problema es que ahora los días ya no duran tanto como solían y la observación la he realizado cerca de las 7 de la tarde. No tenía mucho tiempo, así que el destino tenía que ser cercano. Y eso supone una excusa para volver a un embalse que tenía olvidado desde hace tiempo aunque sea el que más cerca tengo de casa (me planto en la orilla en unos 10 minutos)



Nada más llegar se han confirmado mis peores temores, que no son otros que las razones de mi ausencia prolongada en este escenario: la turbidez que muestran siempre sus aguas, dificultando de sobremanera la localización de los peces, y el hecho de que tras varios siglos acumulándose en el sedimentos su orillas están dominadas por el barro. Pero bueno, era el escenario elegido y no cabían lamentaciones. Y más teniendo en cuenta que cuando he llegado el sol solamente alcanzaba las partes más altas de los paredones calizos que custodian el embalse. Sobre el agua se podían ver numerosos ejemplares de hormiga flotando a la deriva, pero no se observaba una gran actividad en superficie. Ni siquiera se veía ningún pez.


Si bien no son las condiciones ideales para pescar a mosca, son una excusa perfecta para detenerme a observar a las protagonistas de la tarde: las hormigas. Todo lo que rodea a estos vuelos nupciales es mágico, o al menos a mí me lo parece. Los ejemplares con alas son los adultos sexuados de la colonia, los reproductores que se encargarán de perpetuar la especie. Para ello salen masivamente de los hormigueros tras las tormentas, o en días posteriores a éstas (como es el caso) buscando ejemplares del sexo opuesto. Una vez que se encuentran, en pleno vuelo, tiene lugar la cópula. Tras ella los machos caen muertos al suelo y las hembras ya fecundadas aterrizan buscando un lugar con tierra húmeda donde poder excavar un nuevo hormiguero, aunque previamente se arrancan las alas a sí mismas. Éste es precisamente el momento que he podido disfrutar hoy, y lo comparto con vosotros en la siguiente fotografía: el inicio de una nueva colonia de hormigas.


Después aun he tenido tiempo de ver a algunas carpas comer en superficie. Las he intentado pescar "a la subida". Es decir, esperando a que un ejemplar emergiese de entre las aguas fangosas para lanzarle la imitación de hormiga justo delante. Dos han mostrado intención de picar, aunque las prisas son malas consejeras y les he sacado la mosca de la boca demasiado pronto.

Después, con la noche ya cayendo sobre el embalse, Laura me ha llamado pidiendo auxilio. Se había quedado "encerrada" en la terraza de casa, sin poder volver a entrar. Así tenía la excusa perfecta para dejar de pescar sin haberme rendido. Otro día quizá tenga más suerte, o más acierto.

Saludos y ¡buena pesca!

martes, 25 de septiembre de 2012

Tiempo de hormigas

Ya llega ha llegado el otoño y, por fin, parece que llegan las lluvias. Y esa combinación de factores se traduce en una cosa: grandes cantidades de hormigas revoloteando por el aire mientras los barbos esperan en el agua comiendo con avidez aquellas que tienen un mal aterrizaje. Por eso hoy os traigo el mi montaje de este maravilloso insecto cuya aparición tiene ese efecto mágico en nuestros amigos los bigotudos.


He querido conseguir un montaje relativamente realista que sea fácil de localizar, dado que los días de lluvias y tormentas no son precisamente muy luminosos. El foam que forma el cuerpo asegura la flotabilidad, mientras que las alas de flashabou añade unos brillos que buscan llamar la atención de los peces. La visibilidad, además de con los brillos de las alas, se consigue gracias al señalizador amarillo.


Anzuelo: TMC 2487 o similar
Hilo de montaje: negro
Cuerpo: foam negro
Abdomen: chironomid braid negro
Señalizador: foam amarillo
Alas: flashabou "natural"
Patas: pelo de ciervo negro


Fijamos el hilo de montaje al anzuelo y lo llevamos hacia el final del mismo. Preparamos el foam cortando una tira del ancho adecuado recortamos un extremo en punta para facilitar su atado al anzuelo.
 

Atamos la tira de foam hacia atrás y fijamos el chirnomid braid, que enrollaremos hasta más o menos la mitad del anzuelo dando cuerpo y brillos al abdomen.


Formamos el abdomen abatiendo la tira de foam sobre el chironomid braid y damos unas vueltas de hilo para imitar la "cinturilla" de la hormiga.


Atamos las alas en este punto y sobre ellas el señalizador. Para una mayor solidez y evitar perder las fibras de flashabou, recomiendo aplicar una gotita de cianocrilato.


Para imitar las patas atamos un mechón de pelo de ciervo dando pasadas en cruz.

  Abatimos de nuevo la tira, esta vez sobre las patas de ciervo, y la atamos justo detrás de la anilla del anzuelo para formar el tórax de la mosca.


  Ya solo nos queda hacer el nudo final, cortar el ciervo a la longitud adecuada y cortar el sobrante de foam para formar la cabeza.

Como he dicho en la introducción, esta imitación me ha dado buenos resultado sobretodo en los días lluviosos de octubre. Incluso mi primer barbo capturado a mosca sucumbió a esta mosca. Eso sí, hay que asegurarse de que va a llover, que sino nos puede pasar como me pasó a mí este domingo.


Si bien parecía amenazar tormenta, al final no llovíó y no hubo ni rastro de hormigas y mucho menos de la frenética actividad en superficie que suele acompañar sus eclosiones. Si a eso añadimos que nubes sí había complicando sobremanera la localización de los peces podéis imaginar que la tarde no fue precisamente coser y cantar. Además, para colmo y como podéis ver en la foto inferior, el agua estaba realmente tomada dificultando muchísimo la detección de la picada, así que me comí un bolo de los que hacen época. La única picada que tuve a un San Juan worm la fallé clavando demasiado tarde.


Habrá que volver a probar el fin de semana tras las lluvias que dicen vienen los próximos días. Esperemos que sean las primeras de una temporada de copiosas lluvias que es lo que realmente hace falta para paliar esta dramática sequía que vivimos.

Saludos y ¡buena pesca!


viernes, 14 de septiembre de 2012

Catch & release

A mí, como a todos los pescadores que tienen una mínima concienciación por el cuidado del medio en el que desarrollan su pasión y por los peces que les brindan las magníficas sensaciones vividas cada jornada, siempre me ha preocupado la efectividad de la captura y suelta. En los dos últimos números (49 y 50) de la fantástica revista Dánica han aparecido publicados sendos artículos sobre su efectividad en truchas. En ellos queda claro que si bien soltar los peces es una buena manera de conservar las poblaciones piscícolas, otros factores ligados a la manipulación de los peces por parte de los pescadores o la conservación de los ríos también son determinantes.

En cuanto a la pesca de ciprínidos, que es la que más practico en los últimos años, no he leído nada porque nada he encontrado. También diré que no he realizado ninguna búsqueda exhaustiva al respecto. Por ello me limito a seguir en lo posible lo recomendado para las truchas (podéis ver un buen ejemplo pinchando aquí)


Pues bien, para mi consuelo os diré que recientemente he podido constatar que no lo hago tan mal. Aquí debajo podéis ver un par de fotos de las carpas cornudas tomadas en sendas jornadas separadas por un mes: una es de principios de agosto y la otra de finales del mismo mes.



Tras mucho revisarlas en búsqueda de alguna pista que me guiase hacia el origen de las curiosas protuberancias me di cuenta de que no era una característica común a dos carpas sino que ¡se trataba de la misma carpa! Aquí debajo podréis ver otra vez las fotos, esta vez con algunas "escamas clave" señaladas (el mismo color para la misma escama)


Es la primera vez que tengo constancia de haber pescado dos veces el mismo ejemplar, y de verdad que no sé si sabéis la paz de conciencia que eso me dio. A ver si hay suerte y me vuelvo a cruzar con este ejemplar que he bautizado como "Triceratops" en honor al célebre dinosaurio.

Saludos, buena pesca y ¡captura y suelta!

jueves, 6 de septiembre de 2012

Carpas cornudas

Hace poco volví a la casa de Sir Arthur. Sentí encontrarla totalmente irreconocible. Kilómetros de tierra vuelven ahora a ver la luz que les fue robada hace años, cuando una presa se puso en medio del natural discurrir del río.


Pero aquella vega fértil ya no es la misma. Los chopos que flanqueaban los caminos y riberas hace años que perdieron sus ramas y quedaron reducidos a un fantasmagórico tronco. Irónicamente la lámina de agua impide el desarrollo de vegetación que retenga la humedad, y al verse expuesta al sol la tierra se encoge y agrieta. Cada vez que veo estas cicatrices en el suelo se me parte el alma en dos, porque ellas son el reflejo de la grave situación de sequía que padecemos.


No disfruto tanto pescando en esas aguas confinadas, calientes y sucias. Algunos cadáveres cubiertos por escamas doradas jalonan las orillas recordándome, por si acaso lo olvidaba, que esa elevada temperatura y la putrefacción de tanta alga provoca que el oxígeno sea un bien escaso y cada vez más codiciado por los peces.

Pero uno no puede detener el reflejo de lanzar hacia esos peces hociqueando la orilla una vez que los ha visto, y menos después de acercarse hasta aquí. Por ello decidí volver a probar al "Krusty Krab", a "Lauri" y a "Guppy" (a ésta todavía no la conocéis) y me propuse acortar al mínimo la pelea y reducir la manipulación extremando el cuidado en la recuperación. Sólo así puedo tranquilizar un poco la conciencia y seguir pescando.

Las moscas funcionan. Y me permitieron acercar algunos ejemplares de potentes carpas. Es increíble como luchan incluso con el calor reinante ese día. El primero de ellos, un ejemplar de 3 o 4 kilos, me sorprendió al observar su cabeza. Mostraba, sobresaliendo del perfil general de su frente, tres protuberancias. Una carpa con tres cuernos.


En un primer momento me sorprendió en gran medida. Me pareció algo insólito, único. Pero al cabo de un rato buceando en la memoria caí en la cuenta de que ya había visto unos cuernos así. Claro, fue el día que Laura me acompañó a pescar y no me fijé demasiado en ello. Gracias a que ella hizo de fotógrafa de excepción para todas las capturas de aquel día y al volver a casa pude confirmarlo. ¡Ya había pescado otra carpa con cuernos!


Ahora viene la pregunta clave. ¿Alguien ha visto alguna vez carpas con estos particulares atributos? Mejor aún ¿alguien sabe por qué aparecen? Soy todo oídos.

¡Saludos y buena pesca!

viernes, 24 de agosto de 2012

Libertad

Segunda y última jornada "ibonera" en el Pirineo este año. Mientras que en la anterior sólo tuve una tomada que además acabó con la trucha escapándose, en ésta los resultados fueron mucho más numerosos. En esta modalidad de la pesca en ibones, lo que manda es el madrugón y la ascensión monte arriba hacia esas preciosas masas de agua. En esta ocasión el objetivo se encontraba a mucha mayor altitud que el anterior, y se nos hizo de día antes de llegar.



Al ir bordeando un precioso arroyo de montaña que viene del desagüe del ibón al que nos dirigíamos, la mayor dificultad, por encima de ir ganando el cansancio de las piernas durante la ascensión, era evitar la tentación de montar el equipo e intentar sacar algún pez de esas aguas.


Una vez arriba había que encarar la dura realidad: a tanta altitud el azote del viento era casi inevitable. Y de esa manera la deificultad en la localización de los peces y en el lanzado fue la tónica general de la jornada.


En estas situaciones lo que prima es no darse por vencido. Al contrario, estas jornadas nos dan la oportunidad de poner a prueba nuestras habilidades como pescadores. Encontrar los lugares donde "seguro" que habrá peces comiendo, esmerarse en el lanzado... ¡y clavar! Consejo: los días de viento no olvidéis lanzar a la espuma que suele formarse a unos metros de la orilla. Allí es donde los peces suelen buscar comida.



Este ibón me dió 6 preciosas truchas. El otro que se encuentra durante la bajada, más pequeño y menos ventoso, otras 6 me alegraron la tarde.



Como siempre, las capturas volvieron al agua con una pequeña caricia. Esa es la única manera posible de poder combinar con la pesca las maravillosas panorámicas que nos brindan estos maravillosos rincones. Y justo en ese momento, cuando el pez se libra de nuestras manos y nada libremente hacia el centro del lago, cuando uno siente la libertad. La libertad de encontrarnos en ese entorno natural y de poder brindar la libertad al ser que nos ha alegrado el día y acelerado el corazón.


A partir de ahora, vuelta a los cursos medios y bajos de lor ríos y a sus embalses, a tentar a los maravillosos barbos y carpas que, en mi opinión, no tienen nada que envidiar a las delicadas pintonas.

¡Saludos y buena pesca!