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sábado, 27 de octubre de 2012

Tiempo de setas

Las lluvias de los últimos días junto con las temperaturas, que todavía no han bajado demasiado, han permitido que los bosques empiecen a poblarse de estos hongos que hasta ahora estaban desaparecidos. Y hoy, con el tiempo de perros que hacía, parecía mucho más lógico ir en su búsqueda que intentar pescar. Pero la afición micológica de mi familia ho ha llegado a mi generación, o no todavía, así que las setas no tenían nada que temer.

 

Eso sí, el panorama piscatorio no era muy prometedor. Los aportes de agua provocados por las últimas lluvias, cortos a la vez que necesarios, han contribuido a una gran turbidez del agua. Si a eso añadimos un cierzo frío y racheado además de una considerable cubierta de nubes podremos imaginar un escenario poco propicio para buscar peces. Pero había que aprovechar el estar ahí para recorrer la orilla y disfrutar de la naturaleza y la soledad.


Como me temía, no he conseguido ver ningún pez a lo largo de toda la orilla, ya que el oleaje provocado por el viento empeoraba aún más el problema de la turbidez del agua. Sólo en la cola del embalse he podido distinguir alguna carpa hozando el fondo en un palmo de agua, pero los reflejos del agua y la escasa iluminación me han impedido detectar las posibles picadas.

Antes de darme la vuelta y volver hacia el coche he decidido seguir el río en busca de algún otro pez. Y la verdad es que ha sido una elección acertada, ya que unos metros por encima de la "desembocadura" en el embalse y gracias a un claro en las nubes, he podido ver un par de carpas puestas. La mayor de ellas, que estaba un poco más adelantada, ha picado a ninfa y tras una corta pelea he podido sacarla del agua.



Una vez tocada escama ya era hora de volver a casa a comer. No ha sido una mala mañana después de todo. ¡Qué poco le queda a esta temporada ya! Habrá que disfrutar lo que nos quede. 

¡Saludos y buena pesca!

lunes, 22 de octubre de 2012

Salvemos la educación en Geología

Hoy no voy a hablar de una jornada de pesca, ni comparto con vosotros una reflexión o un montaje que me funcione a la hora de pescar. Hoy os quiero pedir ayuda. Ayuda para salvar la educación en Geología, que está seriamente amenazada en los últimos tiempos.

Es increíble que en estos tiempos en los que la concienciación ambiental es posiblemente la mayor en la historia de la humanidad los contenidos en ciencias ambientales en la educación obligatoria se vean reducidos una y otra vez. El último ataque aparece en el anteproyecto de ley de educación (LOMCE), en el que desaparece la enseñanza de Geología del Bachillerato y las Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente pasan de ser asignatura de modalidad del Bachillerato de Ciencias para la Salud a ser una optativa de primer curso de bachillerato. Para intentar evitarlo os pido que firméis esta petición en change.org para pedirle al ministro que no cometa ese error.

Algunos os preguntaréis por qué debéis firmar la petición, así que os voy a intentar dar algún argumento. La Geología es la ciencia que estudia la Tierra en su conjunto, ayudando a conocer cómo funciona así predecir su comportamiento. Pues bien, dado que raro es aquel que ama algo a lo que desconoce, para que las futuras generaciones amen al planeta en el que vivimos será necesario que lo conozcan, y de ahí la importancia de que adquieran algunas nociones, aunque someras, de Geología en la Educación Secundaria. Pero es que por lo general lo que más queremos proteger es lo que amamos y por lo tanto sólo existirá concienciación hacia el respeto y protección de la Tierra a través de su conocimiento.

En muchas ocasiones observamos como algunos defensores de las posturas ecologistas o conservacionistas en contra de ciertos proyectos carecen de la base necesaria de para su argumentación. Haced memoria y seguro que podéis recordar más de un caso en el que el entrevistado, al ser preguntado por sus razones para defender su postura repite como un loro lo que alguien le contó. Así se esas razones se convierten en una suerte de dogma de fe y pierden mucho crédito a la hora de ganar nuevos adeptos. Un ejemplo claro es el del efecto de la emisión de gases invernadero en el cambio climático que sufre la Tierra. Pues bien, ése es sólo uno de los muchos contenidos de esta asignatura que pretenden erradicar.

Aquí en mi tierra están muy recientes las imágenes de riadas inundando casas e incluso llevándose por delante alguna. Tampoco quedan muy lejanas ese tipo de imágenes en el sureste peninsular. Fijaros que en la mayoría de los casos, como en el que aparece en este vídeo, se trata de casas de reciente construcción. ¿Qué hacían esas casas ahí? Es cierto (o debería serlo) que los geólogos aportamos gran cantidad de criterios a la hora de diseñar los planes de ordenación urbana (POU) de los diferentes municipios. Estos planes delimitan las zonas que son urbanizables y las que no en función, entre otras cosas, de su exposición a riesgos naturales. De acuerdo, alguien que estudió Geología en el Bachillerato no tiene autoridad para redactar un POU, pero sí que tiene una base de conocimientos sobre los que cimentar una oposición a determinados proyectos constructivos. 


Si estáis deacuerdo y queréis ayudar a salvar esta importante asignatura os ruego que firméis la petición. Os pongo de nuevo el enlace por si acaso:

http://www.change.org/es/peticiones/jos%C3%A9-ignacio-wert-ortega-ministro-de-educaci%C3%B3n-cultura-y-deporte-s-o-s-salvar-la-geolog%C3%ADa-modificaci%C3%B3n-del-anteproyecto-de-la-lomce-2

Y también os enlazo un par de entradas del imprescindible blog "¡Dejadme vivir!" en el que otro geólogo, Enrique Gil, ahonda en este asunto.

Otra vez se olvidan de la Geología
Inundaciones y Geología

Un saludo y gracias de parte de la Tierra y la sociedad

jueves, 18 de octubre de 2012

Arte

(fuente: postalfree)

La reacción de los profanos en la pesca a mosca a los que hablo de nuestra afición suele ser, como mínimo, el esbozo de una sonrisa que dice a gritos "este tío está loco". Si es que directamente no empiezan a reír a carcajadas y te lo dicen abiertamente. Pero, ¿porqué no ha de serlo?

Algunas disciplinas artísticas clásicas, como pintura, escultura, literatura, teatro, fotografía o cine, en muchos casos se pueden resumir como representaciones o interpretaciones de la realidad. ¿Y no es eso lo que hacemos nosotros? Al fin y al cabo, cuando montamos nuestras moscas buscamos representar un elemento natural que sirve de alimento a los peces o crear un "artefacto" que recree movimientos, brillos, etc de lo que ellos comen. Después esmeramos la presentación para que ésta sea lo más similar posible a la que se le supone a aquello que estemos imitando, sea un grano de maíz, una larva de insecto o un pececillo.

En esa vertiente artística es donde yo creo que reside la esencia de ésta modalidad. La consecución del engaño sólo es un reconocimiento a nuestro saber hacer. Por eso la alegría es mayor cuando viene de un pez grande y por tanto viejo y resabiado, conocedor como pocos de sus congéneres del mundo que le rodea. Si lo único que quisiéramos fuera sacar peces colgaríamos del anzuelo una lombriz viva retorciéndose, no una "foto" suya.

Para acabar la reflexión con algo de humor, un chiste: ¿Qué es el arte? Joderse de frío

Saludos y buena pesca

domingo, 14 de octubre de 2012

Carpas en superficie

Cuando las carpas comen en superficie pueden hacerlo según dos patrones de comportamiento, que yo llamo "subidas" y "boqueadas". Creo que es muy importante saber diferenciarlos, porque de ello dependerá nuestro éxito a la hora de pescarlas.

El comportamiento de las subidas consiste en la aparición de las carpas desde las profundidades, suben en vertical y, tras cebarse en superficie, vuelven al fondo desapareciendo de nuestra vista. En estos casos los peces llevan mucha velocidad, por lo que aún tienen inercia al llegar a la superficie y llegan a salir fuera de ésta. Entonces son éstas las cebadas más escandalosas y con más salpicaduras, ya que muchas veces incluso pegan un coletazo antes de volver al agua. Yo particularmente no he obtenido nunca ninguna captura sobre carpas que están subiendo. Lo he intentado, lanzando al lugar donde se ha producido la última cebada y esperando a que la carpa volviera a aparecer desde las profundidades para tomar mi mosca.

Yo digo que las carpas boquean cuando se desplazan a muy poca profundidad patruyando la superficie en busca de la comida. En algunos casos van boqueando a intervalos y en otros directamente van aspirando continuamente con la boca asomada. Esto último también lo hacen en grupo, con todas las carpas giradas de manera concéntrica y boqueando todas en el mismo punto. La perturbación de la superficie es mínima, bastante menos escandalosa que la de las carpas que suben aceleradas, lo que permite distinguir ambos comportamientos.



En días de viento las carpas boqueando aparecen con más frecuencia en las zonas de espuma que se forman a cierta distancia de la orilla. Es por eso por lo que no hay que pasar de largo de estas zonas calientes y debemos parar a buscar si hay alguna carpa patrullando por las cercanías.


Para pescar carpas que hociquean la estrategia es simple: posar una mosca seca o una emergente poco lastrada en su trayectoria, uno o dos metros por delante de su boca (dependiendo de la velocidad). En caso de los grupos la mosca la podemos posar directamente en medio, en unos casos tendremos premio y en otros directamente espantaremos a todos los peces.

Espero que os sirva y tengáis en cuenta ambos comportamientos la próxima vez que vayáis a pescar. Yo ya rara vez intento pescar sobre carpas que suben de las profundidades pero en cambio no dudo en tentar a esas carpas que están buscando un indefenso insecto en la superficie.

Saludos y ¡buena pesca!

sábado, 6 de octubre de 2012

¿Hormiga o ninfa?

El río está precioso en esta época del año. Los árboles de la ribera empiezan a vestirse de tonos tostados mientras los peces muestran una gran actividad buscando comida para crear reservas con las que encarar el invierno. Tal vez la única lástima sea la excesiva turbidez del agua tras las últimas lluvias. Aunque eso sí, bienvenida sea toda la lluvia que quiera caer.


Los últimos días las "aladicas" han salido de sus hormigueros con gran profusión, y durante toda la semana podías ver numerosos ejemplares mirases donde mirases. Ayer por fin encontré un hueco y conseguí acercarme un rato al río. Se veían cebadas en las grandes tablas, pero al no poder ver los peces tuve que pescar a ciegas y a mí esa modalidad nunca me funciona. Por supuesto, teniendo en cuenta lo de los días anteriores, la imitación elegida era la aladica de foam o, como yo la llamo, "picuda".

El primer barbo que localicé estaba hozando en una corriente y yo, decidido a pescar uno de estos lingotes con mi picuda, le lancé una y otra vez la imitación. Pero él estaba a lo suyo, moviendo el fondo buscando ninfas y no quiso saber nada de la picuda, aun cuando le lanzaba encima de la cabeza a la desesperada. Por eso me vi obligado a atar una ninfa al terminal, y la "carbonilla" fue la elegida. Primer lance un palmo aguas arriba y ¡zas! De nuevo un torrente de adrenalina en circulación.


El segundo y último se encontraba a la salida de una gran tabla junto a unas berradas (plantas acuáticas). Y como el anterior, también hozando activamente. En este caso, por estar en cuatro dedos de agua asomaba todo el lomo constantemente. Por eso, por estar más cerca de la superficie, volví a intentarlo con la picuda. Pero como el anterior fue misión imposible, ni caso. Así que probé otra vez con ninfa, esta vez con el San Juan Worm. De nuevo al primer lance, que posé justo en el margen de las berradas junto al pez, consiguió que el barbo se interesara por la mosca y girase su cabeza para tomara. El resto os lo podéis imaginar.


Da igual que solamente fueran dos. Da igual que no fueran de gran tamaño. Da igual que no subieran a la picuda. Lo importante es que me reencontré con ellos después de varios meses. ¡Me encantan estos peces! A ver si tienen razón los meteorólogos y llueve hacia finales de la semana que viene. Estaré atento y procuraré no dejar pasar tanto tiempo antes de volver al río y así no perderme los días buenos de aladicas.

¡Saludos y buena pesca!

lunes, 1 de octubre de 2012

Excusas

No hay nada como tener una buena excusa para ir a pescar. Y la mía hoy ha sido encontrarme la colada invadida por numerosas hormigas aladas (por cierto, gracias al blog "hormigas amarillas" he podido clasificarlas como Messor barbarus). La comprensión por parte de Laura ha sido total, máxime cuando llevo un mes hablándole de las eclosiones -en realidad son vuelos nupciales- y el momento mágico que suponen para la pesca. Sin ir más lejos, aquí ya os adelanté que estaba a la espera en mi última entrada.


El problema es que ahora los días ya no duran tanto como solían y la observación la he realizado cerca de las 7 de la tarde. No tenía mucho tiempo, así que el destino tenía que ser cercano. Y eso supone una excusa para volver a un embalse que tenía olvidado desde hace tiempo aunque sea el que más cerca tengo de casa (me planto en la orilla en unos 10 minutos)



Nada más llegar se han confirmado mis peores temores, que no son otros que las razones de mi ausencia prolongada en este escenario: la turbidez que muestran siempre sus aguas, dificultando de sobremanera la localización de los peces, y el hecho de que tras varios siglos acumulándose en el sedimentos su orillas están dominadas por el barro. Pero bueno, era el escenario elegido y no cabían lamentaciones. Y más teniendo en cuenta que cuando he llegado el sol solamente alcanzaba las partes más altas de los paredones calizos que custodian el embalse. Sobre el agua se podían ver numerosos ejemplares de hormiga flotando a la deriva, pero no se observaba una gran actividad en superficie. Ni siquiera se veía ningún pez.


Si bien no son las condiciones ideales para pescar a mosca, son una excusa perfecta para detenerme a observar a las protagonistas de la tarde: las hormigas. Todo lo que rodea a estos vuelos nupciales es mágico, o al menos a mí me lo parece. Los ejemplares con alas son los adultos sexuados de la colonia, los reproductores que se encargarán de perpetuar la especie. Para ello salen masivamente de los hormigueros tras las tormentas, o en días posteriores a éstas (como es el caso) buscando ejemplares del sexo opuesto. Una vez que se encuentran, en pleno vuelo, tiene lugar la cópula. Tras ella los machos caen muertos al suelo y las hembras ya fecundadas aterrizan buscando un lugar con tierra húmeda donde poder excavar un nuevo hormiguero, aunque previamente se arrancan las alas a sí mismas. Éste es precisamente el momento que he podido disfrutar hoy, y lo comparto con vosotros en la siguiente fotografía: el inicio de una nueva colonia de hormigas.


Después aun he tenido tiempo de ver a algunas carpas comer en superficie. Las he intentado pescar "a la subida". Es decir, esperando a que un ejemplar emergiese de entre las aguas fangosas para lanzarle la imitación de hormiga justo delante. Dos han mostrado intención de picar, aunque las prisas son malas consejeras y les he sacado la mosca de la boca demasiado pronto.

Después, con la noche ya cayendo sobre el embalse, Laura me ha llamado pidiendo auxilio. Se había quedado "encerrada" en la terraza de casa, sin poder volver a entrar. Así tenía la excusa perfecta para dejar de pescar sin haberme rendido. Otro día quizá tenga más suerte, o más acierto.

Saludos y ¡buena pesca!