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domingo, 6 de enero de 2013

Tiempo de barbos

El título de esta entrada puede parecer extraño teniendo en cuenta que estamos a principios de enero. Y es que siempre he dudado de la posibilidad de tentar a los barbos por estas fechas, al menos en esta tierra.

Pero los mitos hay que contrastarlos con la realidad, y a eso me dispuse ayer aprovechando la jornada soleada que se esperaba. Además tenía ganas de ver cómo estaba el embalse que fue mi destino más repetido el año pasado en invierno, ya que nunca lo había visitado durante esta estación.


Al llegar, y aunque el termómetro del coche marcaba 2º C, el sol brillando en el cielo y el agua calmada como una balsa de agua me dieron esperanzas de que podría encontrar algún que otro pez activo. Y así ha sido. En las zonas con las orillas más escarpadas pude observar varios barbos, alguno de buen tamaño (no en vano estaba en la casa de Sir Arthur). Estos peces se encontraban nadando, patrullando, paralelos a la orilla a más de un metro de profundidad. Avanzaban despacio, abriendo y cerrando la boca intermitentemente. La mayoría iban en solitario, pero también había veces que aparecían en parejas o tríos.

Pero que estén activos no quiere decir que sean fáciles de pescar, ni mucho menos. Es más, no he podido engañar a ninguno de ellos. He intentado convencerles con ninfas muy ligeras dejándolas hundir hasta la profundidad en la que nadaban lanzando unos metros por delante en su trayectoria. Y como comprenderéis, conseguir que la mosca se encuentre en el lugar adecuado justo en el momento en el que el pez pasa por allí es harto difícil. Ni si quiera han mostrado intención de acercarse a la mosca, seguramente ni siquiera la habrán visto.


Esta experiencia es muy positiva, porque así sé que están ahí y pueden pescarse. Quizá el siguiente día que brille el sol allí iré a reencontrarme con ellos. Por lo menos he disfrutado de una buena mañana (con 10 grados a la sombra, sol y sin viento, la sensación era muy agradable) y me he pegado una pequeña caminata que me habrá servido para bajar algún polvorón, que buena falta me hacía.

Un saludo y feliz año nuevo, repleto de capturas y buenos momentos.